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Recomendaciones para la construcción de un invernadero casero

20 mayo, 2016

En entradas anteriores de este blog hablamos del aprovechamiento del espacio urbano y del impacto positivo que pueden tener las azoteas verdes para el medio ambiente. Además de explicar en qué consiste una azotea verde te presentamos una serie de consejos para instalar la tuya en tu hogar y para la elección y el cuidado de las plantas que en ella coloques. 

Como recordarás, una de las principales limitaciones con las que nos encontramos al momento de elegir las plantas para nuestra azotea son las condiciones climáticas de la región en la que vivimos.

Por los cambios de temperatura, la exposición directa al sol y la lluvia, nuestras opciones se ven reducidas a aquellas plantas que son muy resistentes y que pueden sobrevivir durante la mayor parte del año sin necesidad de muchos cuidados, por lo que no podemos cultivar algunas especies de flores o de hortalizas.

En caso de que queramos ver crecer especies vegetales que requieren de un ambiente controlado para poder desarrollarse correctamente, lo mejor es construir un invernadero casero, es decir, una estructura que proteja a nuestras plantas de las condiciones climáticas adversas durante todo el año, incluso en los meses más fríos.

Los invernaderos caseros son más fáciles de construir de lo que parece y tanto su diseño como dimensiones depende del espacio con el que se cuente. Al planear la construcción de un invernadero casero lo que no tenemos que perder de vista es que su función es la de resguardar las plantas del calor, frío, lluvia, viento, granizo y heladas, creando un ambiente controlado para proporcionarles la temperatura adecuada para su desarrollo.

Gracias a que en los últimos años se ha popularizado bastante la instalación de azoteas verdes y se ha difundido el consumo de productos orgánicos, cada vez son más las personas que producen sus propios alimentos y plantas ornamentales en sus hogares y existen kits para armar un invernadero de manera fácil y rápida.

Estos kits se pueden encontrar en tiendas especializadas en jardinería, aunque no es la única opción de la que disponemos para hacer realidad nuestro proyecto de construir un invernadero en nuestro hogar.

Contratar a un arquitecto paisajista o a un carpintero para que construya nuestro invernadero también es una buena opción, aunque si lo que deseas es ahorrar algo de dinero y crear el invernadero tú mismo tienes diferentes alternativas.

La primera de ellas es muy sencilla y consiste en aislar tus plantas con un plástico resistente. Para ello sólo requieres de una estructura de varillas metálicas o maderas que mantengan el plástico fuera de contacto con la planta y hacerle algunos orificios al plástico por la parte inferior para permitir que la planta se ventile.

La segunda alternativa también es bastante sencilla y se trata de armar una estructura simple que pueda contener varias plantas en macetas. La estructura se puede armar con varillas flexibles que creen una especie de túnel cubierto con un plástico cristal que cubrirá las plantas y las protegerá de la intemperie.

Las dimensiones de la estructura pueden variar y adaptarse a tus necesidades según tu disponibilidad de espacio y el número de plantas que desees proteger, pero se recomienda que la cubierta se encuentre por lo menos 2 m por encima de las plantas que contendrá el invernadero.

En caso de que cuentes con mayor espacio y desees tener un mejor control sobre las condiciones al interior del invernadero, te recomendamos que construyas una estructura de madera con una cubierta transparente, ya sea de plástico o de cristal. La base puede ser también de madera o bien, si vas a instalar el invernadero en tu jardín, puede colocarse directamente sobre la tierra o pasto del área elegida.

Es importante elegir un material de buena calidad para la cubierta, pues es el componente que impide que las bajas temperaturas, la lluvia y el granizo lleguen a las plantas y las dañen, además forman una capa protectora que permite a las plantas conservar su calor interno y desarrollarse adecuadamente.

Además de elegir un buen material para la cubierta es necesario considerar que el invernadero debe contar con una ventilación adecuada, pues para que las plantas realicen el proceso de fotosíntesis necesario para nutrirse requieren de dióxido de carbono, razón por la que con regular frecuencia se tiene que renovar el aire al interior del invernadero.

La ventilación también permite eliminar el exceso de humedad y para permitir el flujo de aire se pueden hacer aberturas en forma de ventanas que puedan abrirse y cerrarse con facilidad.

Otro factor a considerar es la iluminación y se recomienda que en los días más soleados y calurosos se le coloque una sombra que impida el paso de la luz directa sobre las plantas para evitar que se deshidraten o quemen, sobretodo cuando tenemos especies sensibles a la luz.

Te recomendamos que ubiques tu invernadero en una área soleada y evites, sobretodo durante el invierno, tenerlo en un lugar sombrío. Contar con elementos de sombra para una protección extra para tus plantas durante el verano es una excelente opción para evitar que se dañen. No te olvides de regar adecuadamente tus plantas y de mantener el invernadero bien ventilado para que se puedan nutrir y desarrollarse de manera correcta.

Otra recomendación que te damos para la construcción de un invernadero casero es que te asegures de que la estructura sea estable y resistente, pues al estar expuesta a la intemperie, si no reúne las características básicas necesarias fácilmente puede dañarse, destruirse y maltratar las plantas que se encuentren a su interior.

En próximas entradas te explicaremos paso a paso el proceso de construcción de un invernadero casero de madera para el cultivo de hortalizas.

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