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Problemas comunes en las bombas para albercas

4 julio, 2016

Para un gran número de personas, el mejor lugar para pasar el verano es en las albercas, gracias a que les permiten relajarse, refrescarse y convivir con familia y amigos al tiempo que realizan actividades que pueden tener múltiples beneficios para la salud.

Ya sea que se trate de una alberca pública o una particular ubicada en su propia vivienda, es necesario que estén equipadas con dispositivos especiales y se les dé un mantenimiento periódico que garantice la calidad del agua, esto con el fin de evitar que los usuarios lleguen a contraer alguna infección por presencia de algas, hongos o exceso de químicos en el agua.

Los elementos básicos con los que debe estar equipada una alberca son un sistema de filtrado y de bombeo de agua con los que se puede suministrar el agua necesaria para mantenerla en operación y eliminar sustancias contaminantes.

La limpieza semanal y la aplicación periódica de químicos para apoyar la acción del filtro también resulta indispensable y cuando se llegan a presentar problemas, tales como opacidad en el agua, desarrollo de algas y desequilibrios en los niveles de cloro, se necesitan aplicar medidas inmediatas para detener el desarrollo del problema.

En este punto es importante considerar que así como la alberca debe recibir un mantenimiento periódico, a los sistemas de filtrado y bombeo de agua también se les debe dar tanto un mantenimiento preventivo como correctivo, en caso de que ya no se encuentren funcionando correctamente.

Un sistema de filtración que trabaja de manera adecuada debe operar durante el tiempo que sea necesario para que por el filtro pueda circular toda el agua que contiene la alberca al menos una vez en el día.

Lo más común es que el ciclo de circulación se complete en un periodo de entre 6 y 8 horas y para evaluar el funcionamiento del sistema es indispensable determinar el tiempo que requiere para que el volumen base de la alberca sea filtrado, así como el promedio de flujo de la bomba con la que está equipada la alberca.

Cabe mencionar que  la bomba es el corazón del sistema de filtrado y su diseño es especial para un uso continuo, a pesar de que en la mayoría de los casos la alberca no requiera de este modo de operación.

Una bomba para alberca por lo regular cuenta con un motor de 115 o de 230 volts a una fase y funciona haciendo circular una rueda dentro de la carcasa de la bomba, la que recibe el nombre de impulsor. Con este movimiento se genera la presión responsable de hacer circular el agua de la alberca hacia el sistema de filtrado.

Para evitar que elementos suspendidos en el agua lleguen al impulsor y lo atasquen, las bombas están equipadas con una trampa de pelo que se debe mantener siempre limpia para garantizar que la bomba opere correctamente y resulta indispensable inspeccionar el estado de este elemento durante el mantenimiento que se le dé a la alberca.

En caso de que en la trampa de pelo de la bomba se identifique la presencia de burbujas de aire minúsculas es posible que la cubierta esté floja, presente agrietamientos o bien, que el empaque del aro de la trampa esté dañado o haga falta, siendo necesario ajustarlo o sustituirlo.

Cuando los niveles de agua están muy bajos es posible que la compuerta de la trampa de pelo o desnatador esté pegada o que su entrada esté siendo obstruida por algún juguete u otro elemento que impida la succión de aire a la bomba, en cuyo caso es necesario retirar la obstrucción e inspeccionar la tubería y accesorios para identificar si existe alguna fuga que impida el correcto funcionamiento de la bomba.

Resulta conveniente mencionar que la primera vez que se pone en operación una bomba es común que se formen burbujas de aire de gran tamaño en la trampa de pelo ocasionadas por la alta velocidad y la turbulencia del agua, es decir, las burbujas no se asocian con problemas de funcionamiento ocasionados por fugas de succión y no hay razón para preocuparse ni tomar medidas correctivas al respecto.

Otro problema que llega a identificarse en las albercas es lo que se entiende como falta de presión en la bomba a pesar de que ésta se encuentre en operación, sin embargo, el problema real es que hay mucha presión pero poco flujo de agua, lo que es ocasionado por un filtro sucio.

La presión del agua con un filtro limpio es de entre 10 a 15 psi mientras que si el filtro está sucio la presión a la que trabajará la bomba se encontrará entre 20 y 25 psi. Para solucionar el problema es necesario retrolavar el filtro para permitir el flujo libre del agua. Se recomienda también revisar si alguna de las válvulas en las líneas de retorno está cerrada, si tienen algún tipo de bloqueo o si el impulsor está atascado.

Cuando una bomba en funcionamiento se calienta es señal de que el motor no cuenta con suficiente ventilación. Para evitar que el sello de la bomba transmita el calor es necesario que el motor se encuentre en un área libre de materiales que puedan bloquear el flujo del aire y en caso de que se llegue a percibir un calentamiento anormal es indispensable consultar a un electricista que revise el voltaje y amperaje del motor en operación y determine cuál es el problema para poder repararlo.

Por otra parte, cuando la bomba es muy ruidosa en operación es posible que se deba a turbulencias ocasionadas por aire mezclado con agua en la bomba, ya sea por fugas de succión o por obstrucciones en el desnatador; por vibración de la bomba, o bien, por ruidos mecánicos ocasionadas por piezas flojas o la fricción entre el impulsor y difusor del equipo.

En próximas entradas hablaremos de los problemas más comunes que se presentan en los filtros de arena para albercas y compartiremos algunas de sus posibles soluciones. ¡Hasta entonces!

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