Cómo cuidar tu cocina de la humedad
Nuestro hogar es el lugar más apreciado que podemos tener, por lo tanto la debemos tratar con sumo cuidado y respeto, ya que se puede percibir como un claro reflejo o extensión de nuestra personalidad y modo de vida. Sin duda uno de los grandes enemigos de tal recinto son los factores climatológicos inherentes que se presentan, por efectos del exterior o por malos cuidados internos. Precisamente un factor muy importante a considerar es el exceso de humedad que se puede presentar.
Como ya hemos venido diciendo en artículos anteriores, está claro que un exceso en la saturación del ambiente, acarrea varios problemas para nuestro entorno y por ende a nuestra salud, que por supuesto sería lo más importante a considerar. Sin embargo, en este artículo vamos a hablar acerca de lo perjudicial de los hongos en el acero o metal de nuestros objetos, y cómo cuidar nuestra cocina, ya que esta posee muchos elementos de acero.
Como es bien sabido, la corrosión es la principal enemiga de nuestras posesiones de metal, que si bien es considerada como un proceso de corrosión perteneciente a la naturaleza que nos rodea, también es cierto que dicho proceso se verá acelerado o magnificado dependiendo de los factores que rodean a la misma corrosión.
Por ejemplo, la corrosión microbiológica consiste en la alteración del metal por los microorganismos presentes, como hongos y bacterias. Esto por lo regular sucede en ambientes muy húmedos, hasta acuosos se podría decir. Por ello en este tipo de ambientes es necesario un óptimo control de la saturación; los deshumidificadores podrían ser una de varias soluciones para ayudar a tal propósito.
También existe la corrosión por aireación superficial, que en su mayor parte incide en superficies planas, cuyo entorno es sucio y húmedo; toda esa mezcla causa un ambiente cargado con electro-negatividad. Es preponderante que el ambiente de nuestra cocina esté muy limpia y con equilibrio térmico y de humedad. Los hidrómetros son útiles para medir las condiciones de saturación, y los dispositivos de deshumidificación bajan los niveles del mismo.
Cómo limpiar las superficies de acero inoxidable en nuestra cocina
1.- Limpieza rutinaria. Es trascendental adoptar una disciplina en cuanto a la higiene de nuestra cocina y con todos los elementos de metal que lo conforman, como fregaderos. En ese sentido, se aconseja empelar un trapo suave con agua templada, esto para evitar o erradicar cualquier mancha sobre nuestras superficies de acero inoxidable u otros metales. Si no quiere rayar tales superficies, el uso de microfibras es una gran idea, ya que absorben con efectividad cualquier indicio de agua o humedad, sin dañar el metal.
2.- Manchas fuertes. Puede ser que una limpieza superficial no sea suficiente para deshacernos de algunas suciedades en nuestros aceros de la cocina, por ello se recomienda utilizar agua caliente con un detergente común, después pasar la mezcla por la superficie con un trapo suave. Posteriormente se tendrá que usar otro paño limpio humedecido con agua templada, para quitar los rastros del jabón; lo mejor es hacerlo en la misma dirección que hicimos antes para ver mejores resultados.
3.- Huellas dactilares. La superficie de nuestra piel posee un complejo físico-químico que es conocido como manto ácido, el cual nos protege de ciertos factores inherentes de la vida. Sin embargo, al ser una composición ácida y grasosa, es normal que nuestras manos al tener contacto constante con otras superficies como los metales de nuestra cocina, vayan mermando las propiedades de los mismos. Es así como necesitamos poner atención a esto y limpiar lo más que se pueda, para eso podemos usar un simple limpiador de vidrio con un paño suave.
Es esencial que un área como la cocina la mantengamos siempre limpia y fresca, ya que es un lugar donde se suele pasar mucho tiempo, además de que preparamos nuestros alimentos. Mantenerla ventilada y con niveles de humedad equilibrados, ya sea con deshumidificadores o similares, será siempre un beneficio para todos.
